Se ha convertido en una de las voces que proclaman la búsqueda de una ciudad libre de la corrupción, en medio del río de escándalos que han tenido lugar en la comunidad caleña. La exconcejal nos habla sobre su trayectoria en la política, el rol de las mujeres en este campo, su nuevo movimiento político y sus futuras aspiraciones.
Por: Daniela Quiñonez
"La Caleñísima", Diana Carolina Rojas, es economista de la Universidad Autónoma y magister en Planificación Urbana y Regional de la Universidad de los Andes. Ella se ha considerado como una de las representantes de la lucha contra la corrupción y apasionada por la ciudad de la salsa. Además de su incursión en la política, Diana, ha sido reconocida en redes sociales por sus camisetas rojas y blancas, con estampados caleñísimos, y por la disciplina con la que práctica el triatlón.
Contrario a lo que algunos hubieran podido pensar, luego de su salida del Concejo, Diana ha continuado levantando su voz y sus denuncias han obtenido aún más visibilidad. “Cali es mucho más que Jorge Iván Ospina” menciona La Caleñísima, algunos días después de ser una de las ponentes ante la audiencia pública de la Procuraduría el pasado 26 de septiembre. “No se nos puede naturalizar que a unos pocos les parezca normal que nos puedan robar a todos nosotros como ciudadanos” dice quien se ha convertido en una de las principales opositoras del presente Gobierno Municipal.
Con solo 34 años y unos rasgos físicos delicados, Diana ha llegado a romper con el estereotipo de político tradicional, no solo por su participación en un entorno donde aún prevalece una mayoría de hombres mayores, sino porque ha mostrado ser una mujer ´sin pelos en la lengua´, en medio de muchos otros políticos que han decidido no confrontar. Diana Rojas se define como una mujer de pensamiento liberal, que ha mostrado un interés particular por los temas de género, y una admiración por las lideresas que se abren campo en el medio político. “Cuando una mujer se mete en política, ella cambia, pero si muchas mujeres nos metemos en política, la política cambia” es una frase de Michelle Bachelet que repite con admiración. Mientras en sus redes sociales muchos la alientan por su valentía y algunos la cuestionan por el puesto que ocupó en la pasada administración (de la cual dice “estar orgullosa”), Diana reafirma su postura de que “a Cali la debemos empujar entre todos”.
Diana, me gustaría saber cómo llegaste a la política.
En el colegio empezó un proceso de liderazgo importante, cuando fui personera. Después, participé en procesos estudiantiles en la universidad. De ahí me acuerdo de dos momentos especiales. El primero fue cuando logré reunir muchas voces de estudiantes, que al igual que yo, buscaban que se reabrieran espacios de comercio al interior de la universidad. El otro, cuando fui a un foro con protagonistas políticos que hizo la universidad, entre los que estaba Mockus. Ahí conocí a un grupo de estudiantes a los que les gustaba la política. Me invitaron a un movimiento ciudadano independiente y cívico, en el cual terminé siendo la candidata más joven al Concejo en esas elecciones, cuando tenía 18. En ese momento me di cuenta que me gustaba hacer política.
Durante tu trayectoria ¿Alguna vez te has sentido excluida por ser mujer y ser joven?
Sí, yo creo que es una combinación difícil en política. Si bien, siento que son caminos que se abren poco a poco, sigue siendo un espacio con mayorías masculinas. Aún hay actitudes y comentarios machistas. En el Concejo a nosotras nos decían “Ahí llegaron las que vinieron a adornar el Concejo”, y con el alcalde también lo viví. Una vez, estaba dando un debate supremamente técnico y le dije “oiga, Jorge Iván, usted en qué se va a gastar el crédito de los 650 millones de pesos” y su respuesta fue que leyera.
Así mismo, siento que temas como el convencimiento de la ciudadanía y el financiamiento de campañas políticas pueden ser más difíciles para las mujeres jóvenes, uno lo siente. Debemos agradecer a quienes estuvieron delante de nosotras abriéndonos camino, pero aún hay mucho debate por dar desde este tema. Por eso debemos apostarle a seguir abriéndoles camino a otras, para que no nos callen ni nos minimicen ni por género ni por edad.
¿Qué elementos son fundamentales para que las mujeres puedan abrirse más espacios dentro de la política?
Yo creo que la coherencia. Cuando uno puede seguir representando lo que dijo en campaña al estar en los espacios de poder, se logra generar confianza. Ahora, como sociedad hay mucho por hacer. Desde los puestos de política tenemos la responsabilidad de seguir abriendo espacios y de incentivar que las mujeres hablen y participen, este es una tarea que tenemos desde el equipo en el que participo. Sin embargo, esta lucha también se debe dar desde la academia, las familias y la formación, tanto en colegios, instituciones técnicas y universidades.
La trayectoria denunciando irregularidades de esta Administración Municipal no es reciente. ¿Qué ha pasado con los Entes de Control Municipal y el Concejo?
Los concejales tienen la responsabilidad de hacerle control político a la Administración. Lo que pasa, es que a veces no asumen su responsabilidad desde lo neutral, la mayoría de los concejales son un comité de aplausos para el alcalde. Y en cuanto a los Entes, al contralor y al personero, los elige el mismo Concejo, desde su cercanía a la Administración entenderán que difícilmente se realizará un control.
Como bien lo mencionas, el Concejo está hecho para realizar control político, después de tu retiro has continuado realizando control político. ¿A qué se debe esa salida?
Yo no me quería ir, me tocó hacerlo. Lo que pasa es que en los partidos políticos quienes les dan los avales a los concejales son los congresistas. Cuando Juan Fernando Reyes Kuri, con quien hago equipo político, pierde las pasadas elecciones, yo me quedo sin congresista. Quien quedó liderando el Partido Liberal en Cali es Juan Carlos Abadía, con su candidato, y para nadie es un secreto el debate que yo le he dado a esta Administración y a la forma en la que están contratando por medio de nuestra empresa de servicios públicos, Emcali. No me iban a dar aval para las próximas elecciones. Además, según la ley, si no renunciaba un año antes no hubiera podido aspirar a seguir en política, ni por un movimiento ni por un partido distinto. De todas maneras, hemos continuado haciendo control político ciudadano, como si hubiéramos estado en el Concejo o incluso de manera más visible.
En la alcaldía de Armitage también se hicieron cuestionamientos sobre los procesos de contratación, como lo fue el del 2018, cuando el Gobierno Municipal buscó entregar de forma directa el contrato del alumbrado público a un privado sin pasar por el proceso de licitación.
¿Cuál es la diferencia entre lo que se buscaba hacer en ese entonces y lo que se está haciendo ahora?
Esta administración le ha hecho mucho daño a la ciudad, no solamente por su forma de contratar, también al acabar proyectos sociales y procesos que se habían hecho desde las administraciones de Armitage y de Rodrigo Guerrero. Ahora, el tema específico del alumbrado es muy distinto. Todas las administraciones tienen que prestar el servicio público de alumbrado. Si el contrato está por acabarse hay que encontrar la forma en que se renueve o que Emcali pueda suplir ese mismo servicio. Ese era el debate que se estaba dando alrededor del tema, pero lo que hizo esta administración fue muy distinto. Primero se desempolvó un proyecto en el Concejo, Cali Inteligente, que logramos hundir. Ahora, lo que está haciendo es desempolvar una empresa que se había constituido hace muchísimos años, a la que se le inyectaron 5000 millones de pesos, para poder entregar a dedo el alumbrado de nuestra ciudad a un consorcio. Si hay algo que debiera ser revisado por los entes de control en ambos casos, así tendría que ser. La diferencia, es que en la administración anterior finalmente no se contrató con el tercero, hay que empezar por allí.
Fuiste víctima de amenazas de muerte en el año 2020 al exponer las invasiones en el sector de la viga Pance ¿Realizar denuncias como la de Emcali no te produce miedo?
Un poco, además de la que mencionas también me amenazaron cuando denunciamos la feria virtual y el alumbrado el año pasado. Con Emcali también hay procesos de seguridad difíciles, y claro que familia y amigos advierten a veces de los riesgos, pero yo siento que igual hay que hacerlo. De alguna manera considero que el ser visible me puede blindar de los que quieren seguir actuando en contra de nuestra ciudad. No nos podemos quedar callados, lo que ellos quieren es precisamente eso, que no denunciemos lo que están haciendo con la plata de todos nosotros como caleños.
Estamos cercanos a las elecciones a Alcaldía y Concejo en el 2023. ¿Cuáles son tus aspiraciones próximas?
Estamos organizando un Movimiento Ciudadano independiente y cívico, que pueda reunir a muchos caleñisimos y caleñisimas que amen esta ciudad. Buscamos tener una lista independiente que represente lo diversa que es Cali. Hay mucha gente muy buena y muy berraca en nuestra ciudad. En las próximas elecciones vamos a participar, sin duda. Recogeremos firmas fuertemente para el Concejo, buscando reunir la esperanza de los que sentimos que las cosas acá deben cambiar.
En los últimos días ha circulado en redes la posibilidad de tener como candidatos a la alcaldía a personajes como Dilian Francisca Toro y Alexander López. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Yo creo que el debate hay que darlo cuando se confirmen los candidatos. Sin embargo, en esta ciudad no nos podemos acostumbrar a que nos gobiernen personas de las que tengamos dudas de sus procesos políticos y la forma en que se manejan los recursos. Por mi parte, puedo decir no más Dilian en nuestra ciudad ni en nuestro departamento. Hay que esperar a ver los candidatos y candidatas, pero yo creo que Cali es mujer. Cali es una ciudad que puede ser capaz de creer en procesos de renovación política.
Si Cali es mujer ¿Podríamos tener a Diana Rojas en el próximo tarjetón para la alcaldía?
En el tema de la alcaldía, hay que unirnos. Yo creo que debemos dejar de lado los egos, no solo en lo político, sino todos nosotros como ciudadanos. Tenemos que entender que nuestra ciudad está por encima de radicalismos. Me gustaría que pudiéramos ser también protagonistas en este proceso, que podamos participar y apoyar, pero por ahora muy fuertes organizando nuestro Movimiento Ciudadano al Concejo.
Bueno, y en estrategias puntuales para Diana Rojas cómo se desatornilla la corrupción
Lo primero, es que como ciudadanos no podemos naturalizar la corrupción, eso nos hace muchísimo daño. Lo segundo, es que los ciudadanos tenemos que salir a denunciar cuando las cosas no están bien. Lo tercero, es que debemos acabar la doble moral y no solo en lo público, sino que también como ciudadanos tenemos la tarea de terminar las prácticas de corrupción que a veces se vuelven cotidianas. Ahora, en cuanto a lo público hay muchas cosas por hacer. La dirección de contratación tiene que funcionar y la administración debe irradiar transparencia. Si no, nos encontraremos con la teoría de los bolsillos, y es que cuando la cabeza de una secretaría no genera transparencia, puede llevar a que quienes trabajan allí normalicen los actos de corrupción.
No quiero despedirme sin antes hablar sobre las camisetas de "La Caleñísima" que han tenido tanta acogida en redes sociales. ¿De dónde provino esta idea?
La Caleñísima…. - dice Diana con ilusión en sus ojos y una sonrisa - es una historia interesante, porque esas camisetas yo las compre antes de hacer campaña, así que, inicialmente eran como cualquier otras. Cuando empezamos la campaña al Concejo yo me puse una, para recorrer la ciudad varias horas. En ese entonces casi ni me conocían. Resulta, que yo subí a mis redes una foto con una camiseta blanca y estampado dorado, que de hecho aún conservo. No me lo esperaba, pero la gente empezó a comentar cosas como “duro Caleñísima”, “te apoyamos Caleñísima”, y de ahí surgió la idea. Nos dimos cuenta que lo que decía mi camiseta es justo lo que me representa y queremos lograr, que muchos nos sintamos orgullosos de esta ciudad. De ahí arrancó el tema con La Caleñísima, y por eso hasta el día de hoy me pongo mi camiseta.
Comments